Antioxidantes y el lado oscuro de la vitamina C (mitocondria 5)
Como hemos visto en la anterior entrega, los radicales libres deben sus efectos negativos a su imperiosa urgencia de emparejar el electrón desapareado que los caracteriza, sustrayéndolo de la primera molécula que cae a su alcance con la consiguiente alteración de la estructura de ésta última. En un organismo, los antioxidantes son las moléculas encargadas de evitar que causen daños interponiéndose en su camino y proporcionándoles el electrón que tanto ansían para neutralizarlos, lo que pueden hacer gracias a su capacidad para perder uno manteniéndose estables, es decir, sin transformarse en el proceso en un nuevo radical libre dispuesto a continuar la cadena de sustracción electrónica. Este es el sencillo cometido de los antioxidantes, donar electrones y resultar oxidados en lugar de otras moléculas de importancia y más delicadas. Pero en la tupida red de reacciones que tienen lugar en una célula, esta no es la única función que desempeñan, y dependiendo de a qué se le ceda el elec...