Tras las pistas de presuntos marcianos
En 1975 la NASA envió a Marte sus sondas Viking (I y II) en la más ambiciosa misión de exploración del Planeta Rojo que se ha llevado a cabo hasta la fecha (al menos si nos atenemos al tamaño y equipamiento de estos aparatos) y la única específicamente diseñada para buscar señales de vida más allá de la Tierra. Ambas estaban compuestas por una sección orbital y otra de aterrizaje (los Viking lander) que tras amartizar con éxito, realizaron una serie de experimentos y tomaron imágenes de la superficie del planeta gracias a las sofisticadas cámaras especiales montadas en las sondas por el empeño personal de Carl Sagan, el director científico del proyecto, que albergaba la esperanza de registrar incluso algún tipo de animal marciano de gran tamaño moviéndose por la superficie. Las fotografías tomadas sólo sirvieron finalmente para ilustrar estudios geológicos, pero las prospecciones en busca de vida no se limitaban a estos aparatosos y quizá disparatados dispositivos, y aunque las muestr...