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Mostrando entradas de mayo, 2009

No es magia, pero tampoco ciencia; es estafa

El Actimel como panacea inmunitaria según Susana Griso Recientemente hemos tenido ocasión de padecer intensivamente un anuncio de un producto lácteo patrocinado con la imagen de la célebre presentadora en el que se nos explicaban sus bondades de forma tan agresiva como falaz. En él, Susana Griso afirmaba de entrada el efecto inmunitario del yogur en cuestión, y nos instaba a contemplar la demostración de su efecto porque, decía, “para creer hay que ver” dando paso a una animación en la que aparecía un tubo (la barrera de las defensas, explicaba la señora mientras que en las imágenes se intentaba figurar el tubo digestivo para las imaginaciones de los televidentes) lleno de agujeros que eran taponados por unas misteriosas esferas blancas constituyentes del producto. Se generaba así en los entendimientos, tan poco avezados como bien predispuestos por la belleza y autoridad de la starlette televisiva, una idea falsa pero sin duda de gran efecto y por lo tanto engañosa, al hacer ver que ac

Las especies: una figuración científica

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El concepto de especie puede parecer a bote pronto una elaboración mental derivada directamente de la observación y con unos límites, en principio, tajantes y nítidos. La diferencia en las formas de vida permite plantear de forma inmediata una compartimentación de las mismas en agregados básicos denominados especies a partir de los cuales se establecen las clasificaciones al uso. Pero la cuestión no es tan simple, y ofrece aspectos problemáticos y poco claros. Históricamente, especie era un conjunto de individuos similares entre sí y distintos de los de las demás especies, es decir, se interpretaba una definición morfológica del concepto que no contemplaba ningún tipo de continuidad entre estos conjuntos. Ya en el siglo XIV se propuso el carácter meramente instrumental de la idea desde las posturas nominalistas, que negaban la existencia real de tal categoría en la naturaleza. Las ideas evolucionistas de Darwin supusieron una reconstrucción del término, que pasó a referirse a agregado

En el bicentenario de Charles Darwin

Sería fácil convenir con cualquier interlocutor con el que comentáramos el asunto, sin necesidad de tomar medidas demoscópicas, que entre el grueso de la población existe un conocimiento generalizado sobre, por ejemplo, la ley que define el comportamiento de la gravedad, y que fue formulada por Newton. Quizá no se recuerden los parámetros que incluye, ni quizá tampoco el nombre de pila del genial científico, pero sin duda se conocen su carácter universal y su significado elemental, a lo que desde luego contribuye el hecho de que la experimentemos de forma constante, incluso con merma de nuestra integridad física cuando llegamos a perder el control en el desplazamiento de nuestra propia masa. Esta experimentación ayuda a la asimilación del concepto aunque sea de forma más o menos grosera o, en el peor de los casos, a tener al menos constancia de su vigencia. También Einstein es ampliamente conocido y asociado a su teoría de la relatividad. En este caso, la